Para algunas familias comer fuera de casa con sus bebes se convierte en un verdadero desafío. Es habitual que los niños se sientan extraños y el cambio pueda afectar su apetito. Estar en otro ambiente, en otra compañía, otra mesa familiar, incluso otra silla, puede afectar a su alimentación. Es normal que coman menos o incluso que no quieran comer. Por eso c 1. Sigue ofreciendo alimentos y preparaciones que esté acostumbrado/a a comer, pero sin obligar a comer. Ten en cuenta que probablemente no es el mejor momento para probar alimentos o elaboraciones nuevas. 2. Intenta comer lo mismo (o muy parecido). Comer los mismos alimentos favorecerá su interés confianza. 3. El “menú infantil” no suele ser una buena opción; ¡así que si estas en un restaurante será mejor optar por un plato que te permita compartir con tu bebe o porque no llevar su comida empacada! En el caso de bebes menores de 12 meses que aún no pueden comer con sal. 4. En lo posible siéntalo/a a nuestro lado o incluso sobre nuestro regazo para que sienta más seguridad. Es habitual que se sientan intimidados/as por familiares o personas con los que no comparten mesa normalmente. 5. Utilizar su plato, cubierto, babero habitual, hará que no se sientan en un ambiente tan extraño y que asocien el momento de la comida con su cotidianidad. Aun así, es posible que prefieran tomar leche marte o formula, que coman menos de lo habitual, que limiten su alimentación a ciertos alimentos; Cuando vuelvan a su ambiente la situación empezará a normalizarse así que mucha paciencia y comprensión. ¿te ha pasado? Espero que esta información sea útil y te genere tranquilidad. Un abrazo. Mamá